La relación médico-paciente en Urgencias
La atención sanitaria en urgencias se caracteriza por la rapidez de la interacción y toma de decisiones, y eso en determinadas circunstancias puede ir en detrimento de la relación médico-paciente, pues en pocos minutos debes intentar llegar a conocer lo máximo de la historia del paciente. Normalmente esto se consigue haciendo una entrevista muy dirigida, cosas como alergias medicamentosas, antecedentes personales, tratamientos….se preguntan casi de forma sistemática y esperando respuestas cortas para centrarte en lo importante, que es la patología urgente que presenta el paciente en ese momento. Sin embargo, existe algo curioso en esta relación que hace que en pocos minutos se llegue a crear una relación estrecha con el paciente. En esto influyen múltiples factores, entre otros los dependientes del profesional, es decir, la capacidad del médico de urgencias a la hora de establecer una relación simétrica y familiar, y a transmitir cercanía al paciente y sobre todo empatía, un término muy en boga y a la vez absolutamente necesario en estos menesteres. Cuando los pacientes con una patología realmente urgente acuden a urgencias se sienten totalmente desprotegidos y vulnerables, por lo que necesitan de un profesional capaz de hacerles sentir de la forma más natural y cómoda posible sin olvidar transmitir la seguridad que el paciente necesita.
Habitualmente los pacientes que llegan a urgencias en transporte sanitario urgente llegan sólos, sin la seguridad de sus familiares, y se encuentran en un ambiente extraño sin saber lo que les ocurre,con el miedo y la inseguridad que eso conlleva. Ya una vez estabilizado el paciente pasa a la sala de observación, donde habitualmente no pueden acompañarlos sus familiares. Es en este momento cuando cobra mayor importancia la relación médico-paciente en urgencias, pues su médico pasa a ser su punto de referencia y su nexo de comunicación con sus familiares. Lamentablemente, en el día a día y con la sobrecarga que hay en los servicios de urgencias uno acaba descuidando esta relación para poder atender a nuevos pacientes, y por eso este blog y esta reflexión, normalmente cuando acabo una guardia intento pensar qué ha pasado y cómo podría haberlo hecho mejor, y aunque intento ser cuidadosa en este aspecto, siempre pienso que me queda mucho por hacer.
Ahí va mi nuevo propósito.
Barreras
En los tiempos que corren, los avances tecnológicos han facilitado en muchas ocasiones la labor de los profesionales sanitarios. Entre otras cosas, el poder disponer de una historia clínica informatizada es, teóricamente un avance...
Y digo teóricamente porque aunque la idea inicial era buena, lo cierto es que queda mucho por hacer para mejorar los sistemas informáticos de los que disponemos actualmente y conseguir que nos sean realmente útiles, pues lamentablemente, aún nos siguen exigiendo procesos demasiado complejos a la hora de introducir y emitir información médica, lo que no hace más que entorpecer el trabajo, y más teniendo en cuenta el escaso tiempo del que disponemos para atender a cada paciente.
No obstante, pretendo ser optimista a este respecto y pensar que poco a poco las cosasirán mejorando y los sistemas informáticos nos ayudarán a conectar la información médica de atención primaria con la hospitalaria, que mejorará el sistema de recetas, la codificación de patologías...en definitiva que acabará resultando una ayuda en la consulta y no todo lo contrario....supongo que es cuestión de tiempo...
Independientemente de esto, algo que siempre me ha preocupado al respecto de disponer de una historia clinica informatizada es lo que supone en la relación médico-paciente.
Sé que es un tema que viene de lejos, pero es que aún cada día, podemos comprobar como en algunas ocasiones, el paciente acaba por tener la sensación de que el médico está examinando el ordenador en lugar de a él mismo. En los programas informáticos hay mucha información relativa a la historia de salud del paciente, y en servicios como los de urgencias, en que no conoces al paciente previamente, es muy útil poder disponer de ella, pero para que realmente resulte útil debes disponer de un acceso a la información ágil y clara, lo que no sucede habitualmente...
Y es que en muchas ocasiones te descubres a ti mismo hablando con el paciente sin mirarle a los ojos, sino mirando a la pantalla del ordenador e intentando introducir determinado diagnóstico sin conseguir encontrar el código o intentando acceder a su historial farmacoterapéutico.
Está claro que hay factores muy estudiados que ayudan a minimizar este efecto tan impersonal que conlleva la barrera informática, pero creo que aún nos queda mucho por hacer, y que no debemos olvidar que ante todo, el paciente necesita sentir la cercanía de su médico, sea su médico de atención primaria, su médico de urgencias o su especialista correspondiente.
El ordenador no debe suponer una barrera en esta relación sino una mejora en la atención sanitaria global, intentemos no convertir la relación médico-paciente en una relación de tres, donde el ordenador es la "carabina" que siempre está enmedio, intentemos recuperar y mantener la "magia" de la comunicación....
Expectativas
Días de mucho trabajo 1.0 que me mantiene alejada involuntariamente del mundo 2.0, aún así, aquí ando, buscando ratos, por pequeños que sean, para poder escribir unas palabras en el blog.
Hace unos días vi en urgencias a un paciente que venía remitido por su médico por un cuadro de dolor abdominal de larga evolución, que en principo no revestía ningún criterio de gravedad, pero que requería un estudio ambulatorio más amplio por parte de su especialista correspondiente. Sin embargo, su médico, había remitodo a urgencias al paciente, tras múltiples consultar, para que le realizaran una ecografía abdominal.
No había cambiado nada en su estado desde que su médico empezó a visitarle por este motivo, hacía ya unos meses, simplemente, ese día, en esa visita, su médico había decido que había llegado el momento de solicitar una prueba de imagen, lo cual me parece correcto. Sin embargo, en lugar de solicitarla él, le dijo al paciente que lo mandaba a urgencias para que se la hicieran ese mismo día, porque "teníamos que saber lo que le pasaba...."
Así, cuando le pregunté al paciente qué le pasaba, simplemente me contestó:
- "Verá doctora, vengo a que me hagan una ecografía"
- "Bueno Manuel, no se preocupe, usted dígame lo que le pasa y ya le diré yo después si necesita una ecografía o cualquier otra cosa"
- "No no, yo sólo he venido a por la ecografía, ahí se lo pone mi médico en el papel, lo que me pasa ya lo sabe él, y por eso me pidió la prueba que he venido a hacerme"
- "Ya Manuel, pero es que las cosas no funcionan así. Verá, yo también soy médico, y para poder solicitar una prueba primero debo saber lo que le pasa para saber si es necesaria y urgente, me comprende?"
- "Pues yo no me voy de aquí sin que me hagan la ecografía, y sino ya verá usted la que armo, porque no hay derecho que si mi médico me manda urgente para que me hagan una prueba, usted no me la quiera hacer, vamos hombre, que no me voy de aquí sin ella y se acabó....."
Y bueno, digo yo, ¿quién es el culpable de esta situación? Evidentemente no es el paciente, como se podería pensar inicialmente...
Aquí el problema es que este paciente venía con unas expectativas concretas de lo que iba a obtener de la relación terapéutica que iba a establecer conmigo como médico, es más, tenía claro que no iba a ser una "relación terapéutica", pues para eso ya tenía a su médico, que era su figura de confianza, a mi me consideraba como parte de un trámite que era obtener su prueba diagnóstica, nada más...
Y ante esta situación, la respuesta fácil es poner al paciente en contra de su médico, y decirle que por mucho que él lo diga, no necesita una ecografía de urgencias, y tal y tal....pero, yo me planteo ¿qué consigo con eso? Pues lo único que consigo es deteriorar la estrecha relación de confianza que el paciente tiene con su médico, y que hasta ahora le ha mantenido alejado de los servicios de urgencias por problemas de ámbito ambulatorio....lo único que conseguría, sería que la próxima vez que a este paciente le duela algo, ya no confíe en su médico, y en lugar de acudir a él, acuda a un servicio de urgencias...
Aunque por otra parte, no voy a realizarle una prueba complementaria urgente si no es necesaria, pues no está indicada, y hay otros pacientes que sí la necesitan, y esto sólo contribuiría al colapso y a la demora que hay en los servicios de urgencias hospitalarios. Tenemos pocos recursos, y tenemos que aprender a gestionarlos para sacarles el máximo rendimiento...
Muchas veces es muy difícil hacer lo correcto, mantener el equilibrio y poner la parte justa en cada lado de la balanza para que el sistema no se desmorone, un sistema, que en demasiadas ocasiones, se sostiene haciendo demasiados esfuerzos...
PD: "Mi vida sin ti": Llevo 14 días sin fumar...
Con responsabilidad, ganamos en Salud : ¿Todos?
Como no podía de ser de otra forma sentía la necesidad de escibir este post con relación a la nueva campaña del Ministerio de Sanidad yPolítica Social sobre el "Uso Adecuado de los Servicios Sanitarios", bajo el lema: "Con responsabilidad, ganamos en Salud".
Ayer Vicente Baos, en su blog El Supositorio, hacía referencia a este tema en un post muy recomendable y como no, me hizo pensar en sus reflexiones.
La Campaña del MSC recuerda a la población la importancia de hacer un buen uso de los sistemas sanitarios, de forma que se intenta evitar el colapso contínuo que se vive en los servicios de urgencias hospitalarios, cada año más evidente en estos meses de invierno, llegando a ser insostenible en numerosas ocasiones, en que vemos tristes imágenes con pacientes por los pasillos y con demoras en la atención de varias horas por falta de espacio y personal.
Evidentemente es este un gran problema, mayor de lo que muchos imaginan, y supone un gran estrés y frustración para los profesionales que trabajamos en estos servicios, además de un agravio evidente para los pacientes, para sus derechos y el respeto a su intimidad y dignidad como personas, pues a veces te ves obligado a atender a los pacientes en los pasillos, o dejarlos "aparcados" en cualquier parte, esperando que haya una cama libre, y eso señores, no es tolerable desde mi punto de vista...
Hay múltiples factores que influyen en que cada año se repita esta situación tan insostenible, y bajo mi humilde punto de vista, como una trabajadora más del sistema, habrían muchas otras soluciones posibles para intentar paliar esta situación, y esas soluciones pasan por dotar de recursos materiales y personales en los servicios de urgencias y pos supuesto en los centro de salud de atención primaria.
Lo que está claro es que no podemos pretender solucionar un problema creando otro mayor, todos somos conscientes de los problemas que presentan hoy en dia los médicos de familia en su día a día, motivados principalmente por la mala organización y planteamiento del sistema, por lo que exigirles que asuman todavía más carga de trabajo sin dotarles de los medios necesarios, me parece cuanto menos una burla a la labor que desempeñamos cada uno en el puesto que desempeña.
No me mal interpretéis, egoístamente me parecería genial que las cosas se hicieran bien, que los pacientes utópicamente fueran a su médico cuando presentan patología que no requiere una atención hospitalaria, pero no siempre es el usuario el culpable, pues es muchas ocasiones la atención que necesitan por parte de su médico, y debido a la sobrecarga, no les puede ser prestada hasta dentro de dos o tres días, y no puedes culpar al paciente por acudir a urgencias si en su centro están tan colapsados que no pueden atenderle.
Otra historia claro es cuando nos encontramos con pacientes abusadores por "derecho adquirido" según ellos mismos relatan. Esos pacientes que acuden a urgencias con el lema: "usted está aquí porque yo le pago y tengo derecho a que me atiendan hoy y rapidito"... pocos comentarios civilizados me surgen en este momento respecto a este comentario tan cansino que oímos cada día en urgencias, pues la mayoría de las veces se trata de pacientes que realmente no deberían haber llegado bajo ningún concepto a los servicios hospitalarios de urgencias, porque la patología que presentan no requiere tal urgencia, siendo, por supuesto, conocedores de ello...dígase un dolor de talón al caminar de una semana de evolución, una "manchita" en la piel que me apareció hace un mes, un dolor de hombro de semanas de evolución sin antecedente traumático y que quiero que me hagan una resonancia, etc, etc, etc.
Podría seguir infinítamente, pero no es el caso, en definitiva se trata de los pacientes que han adquirido como ley de vida el concepto de "lo quiero todo y lo quiero ya", creyéndose portadores de todos sus derechos pero sin ser conscientes de ninguna obligación. Casualmente además, son estos pacientes los que más se quejan y los que más líos arman en la sala de espera de los servicios de urgencias, y eso sí que de verdad me molesta, porque aunque una les explique que hay un orden de prioridad por gravedad, eso les da igual, totalmente, pues si ahy una persona esperando con infarto, qué más da! cómo eso no me está pasando a mi...!
Podría seguir infinítamente, pero no es el caso, en definitiva se trata de los pacientes que han adquirido como ley de vida el concepto de "lo quiero todo y lo quiero ya", creyéndose portadores de todos sus derechos pero sin ser conscientes de ninguna obligación. Casualmente además, son estos pacientes los que más se quejan y los que más líos arman en la sala de espera de los servicios de urgencias, y eso sí que de verdad me molesta, porque aunque una les explique que hay un orden de prioridad por gravedad, eso les da igual, totalmente, pues si ahy una persona esperando con infarto, qué más da! cómo eso no me está pasando a mi...!
En fin, es este un tema muy complejo del que podría estar hablando durante varios post, auque creo que con lo dicho se refleja bastante mi forma de ver esta situación. Me parece estupendo que se implementen campañas para concienciar a la población de la importancia del uso adecuado de los servicios sanitarios, pero digo yo, que quizás, si en lugar de invertir todos esos millones en la campaña, los invirtieran en adaptar los centros de salud y los servicios de urgencias hospitalarios con más personal e infraestructura, no sería necesario estar hablando cada año de este mismo problema, pues si es algo tan bien conocido por todos, cómo es que la única solución que se les ocurre a los responsables de esto es hacer unos carteles y unos anuncios de televisión...? Vayamos al grano señores, y dejémos de tapar huecos pasándole la pelota a los demás.
El endiosamiento especializado
La profesión médica pasacada vez más por crear superespecialistas en patologías cada vez más concretas, de forma que dentro de cada unidad existen profesionales que se dedican sólo a determinadas áreas de su especialidad, por ejemplo, el cardiólogo que se dedica sólo a las arrtimias, o sólo a hacer ecocardiografías....
En medicina de familia o medicina de urgencias no pasa eso. Esa es una de lascosas que siempre me gustó de esta especialidad, el poder atender a un paciente en su globalidad, con un enfoque biopsicosocial. Por supuesto, no quiero decir con eso que no sean necesarios los superespecialistas, creo que es un beneficio para el paciente encontrar profesionales especializados en cada una de las patologías, y que eso ayuda a una atención integral del paciente, aunque esté un poco sectorizada.
Sin embargo, tradicionalmente, la medicina de familia se ha considerado una especialidad "menor", siempre ha quedado el estigma de que los médicos de familia son meros burócratas y encargados de la patología banal....afortunadamente esto está cambiando, y poco a poco se va reconociendo a los médicos de familia como lo que son, profesionales especialistas, con una formación y una visión muy completa de la medicina.
Al no existir aún una especilidad en medicina de urgencias, los servicios de urgencias hospitalarios son llevados en su mayoría por médicos de familia, en el menor de los casos por médicos internistas, por ser la especialidad cuya formación más se adapta al desempeño de este tipo de trabajo.
Sin embargo, en los sevicios de urgencias aún pesa mucho la idea que los médicos de familia no estamos preparados, y en el entorno hospitalario, en muchas ocasiones, no se nos considera como lo que somos, especialistas vía MIR igual que ellos...
A este respecto, es curioso y muy llamativo, ver como cuando entran las nuevas promociones de R1 mantenemos con ellos una relación docente, independientemente de que sean residentes de medicina de familia o de cirugía cardiovascular, por poner un ejemplo, una relación necesaria y gratificante en ambos sentidos. Sin embargo, conforme pasan los años de residencia, vas comprobando como cambia la relación con estos residentes que acaban siendo adjuntos igual que tú.
De repente un día llamas al busca de un especilista concreto, y aparece ese residente mayor o recién adjunto, en cuya formación también has colaborado, con unos aires diferentes, con esos aires de superioridad característicos, esa visión parcial que les hace olvidar los años vividos en el "campo de batalla", en las "trincheras", y cuando les realizas una consulta respecto a un paciente puedes ver como acaban "dándote lecciones" que tú mismo les enseñaste previamente, y pretendiéndo tratarte con menosprecio por no saber algo concreto a cerca del manejo de una determinada patología propia de su especialidad.
Y en definitiva, eso es una pena, la medicina, especialmente la hospitalaria, es en ocasiones una profesión plagada de competitividad, y también en muchas ocasiones, llena de inseguridades personales que se subsanan pisando al otro para sentirse más fuerte...
Yo ya hace años que trabajo en esto, y hace tiempo que dejé de darle importancia a estas cosas, y cuando aprendes a verlo desde fuera con la relatividad que merece, te das cuenta de que eso no importa, pues desde el principio lo importante siempre ha sido el paciente, y sólo se necesita un poco de mano izquierda para poder ordenar la "orquesta" que supone en muchas ocasiones el tratamiento conjunto por parte de varios especialistas en una situación de urgencia. Ahora cuando llamo a un especialista por un abdomen agudo por ejemplo, y compruebo como pretende hacerme un "examen" telefónico para justificar mi consulta y su presencia para valorar al paciente, me sonrío, otras veces me cabreo claro, soy humana ,y simplemente les digo que se dejen de chorradas y que baje a ver al paciente, sobre todo cuando ese "examen" pretende hacermélo un residente que el año pasado me necesitaba hasta poner una intramuscular...
En definitiva, en este post pretendía hacer una reflexión acerca de la necesidad de fomentar el trabajo en equipo entre los distintos especialista, de fomentar el respeto mutuo y ser capacer de ver que en un sistema superespecializado, todos somos necesarios y complementarios. Los médicos de urgencias somos necesarios no sólo para ver la morralla que dicen algunos, sino para ser capaces de distinguir la patología urgente y grave entre el resto de consultas que atendemos a diario, y tener la capacidad necesaria para ofrecer a cada paciente la atención que precisan en función de su patología, bien sea a nivel de urgencia o siendo capaces de orientar dicha patología a un especialista concreto para completar el estudio y tratamiento que se escapan de los límites de la urgencias.
Estamos todos en el mismo barco, somos todos compañeros, no nos olvidemos que a todos nos mueve la misma motivación, que es el bienestar del paciente, así que intentémos olvidarnos de nuestro ego y centrémonos en lo importante...que al fin y al cabo, independientemente de la especialidad a la que nos dediquemos....TODOS SOMOS MÉDICOS, en el sentido amplio de la palabra.
El supermercado sanitario
Es que es lo que parece a veces, un supermercado...Cada vez es más frecuente que acudan pacientes a urgencias solicitando una prueba complementaria a demanda:
-"Hola María, cuénteme, ¿que le pasa?
- "Pués vengo para que me hagan un TAC..."
- "Bueno María, y qué le parece si empezamos por el principio y me dice lo que le pasa...?"
- "Pues ya le digo, que me duele la cabeza, y como mi médico no me hace caso, vengo para que me haga usted un TAC, no vaya a ser que tenga un tumor cerebral como mi vecina, que empezó a así y no le digo yo donde está ahora...."
En realidad, la cuestión no es que su médico no le haya hecho caso claro, es simplemente que su médico no ha considerado que el paciente tuviera indicación para la realización de la prueba complementaria que solicita el paciente por unos motivos médicos concretos...Pero últimamente eso parece importar cada vez menos, y hay pacientes que no se contentan con una opinión médica, por mucho que se lo expliques o que inviertas el tiempo necesario, no es suficiente, y no cesan en su empeño hasta que no se les realiza la prueba en cuestión, y si no lo haces, comienzan con las amenazas de las demandas y cosas por el estilo, tema que abordaremos en otro post...
Entiendo perfectamente la preocupación que pueda tener un paciente a una enfermedad concreta ante la presencia de un síntoma, todo el mundo tiene algún conocido al que le ha pasado tal cosa o tal otra, y hoy en día hay mucha información a nuestro alrededor, aunque a veces no esté bien filtrada o enfocada, y eso genera aún más preocupación y confusión en los pacientes.
Por eso, pero ante un problema de salud, uno busca la ayuda de un profesional, y siempre es mejor dejarse aconsejar por ese profesional, puesto que lo que ha sido bueno para un paciente, no siempre tiene por qué ser bueno para otro, auque tenga un síntoma parecido...el cuerpo humano es un organismo complejo, y se necesitan años de estudio y experiencia para intentar interpretar los mensajes que nos envía cuando algo no va bien...
Ir al médico no es como ir al supermercado, pedir una eco o un TAC no es como pedir un Kg de tomates, incluso en esos casos les solemos pedir a la dependienta que nos elija los productos de mejor calidad...
Esa es mi reflexión, hay que dejar que los profesionales san hagan su trabajo, confiar un poco en la medicina y en el criterio de un profesional que se ha formado para desempeñar esa labor. Hay que pensar que, si ese profesional considera que esa prueba complentaria es necesaria para un paciente, no es necesario que el paciente se la pida, pues su médico no dudará ni un momento en solicitarla, aunque sean las 3 de la mañana y tenga que despertar al radiólogo y llevarse alguna mala respuesta, a ese profesional eso "le da igual", pues al fin y al cabo cuando uno está ahí es para eso, para buscar lo que es mejor en cada caso concreto y para cada paciente...
Os dejo este fragmento del último capítulo de la serie House, que aunque por unos motivos diferentes, ejemplifica más o menos lo que os quiero decir:
Os dejo este fragmento del último capítulo de la serie House, que aunque por unos motivos diferentes, ejemplifica más o menos lo que os quiero decir:
¿Necesita Colombia más médicos o mejor preparados?
El jueves 11 de Agosto nos sorprendió escuchar en el Noticiero de la Cámara de Representantes, emitido a través de RCN Televisión, que el país necesita 25.000 médicos más y especialistas para “evitar que los pacientes mueran esperando una cita especializada”.
Se anunció que se preparan medidas para incentivar a las universidades a que eduquen más médicos y especialistas en diversas ramas.
En otras palabras, se supone, inyectar más dinero a las universidades para que creen más facultades de medicina (vamos en 54 y la cifra sigue creciendo) y plazas de residentes (pagados o subsidiados por el Estado más la matrícula que le cobran a los “afortunados”). ¿Cuánto valdría el paquete? A corto plazo miles de millones y a largo plazo billones.
De acuerdo con datos citados con frecuencia, Colombia tiene hoy 56.000 médicos de los cuales alrededor de 40.000 son médicos generales y el resto especialistas.
¿Con base en qué estudios se dice que el país necesita 25.000 médicos más, cuando en este momento no hay plazas disponibles de médicos rurales y se debe hacer un sorteo para llenar las pocas existentes?
Y en cuanto a los especialistas la misma pregunta es válida aunque más fácil de responder empíricamente. El meollo del asunto radica en que no hay ninguna razón válida para que sean el Estado o los residentes quienes paguen la práctica conducente al título de especialista.
Colombia es el único país del mundo que le cobra matrícula a los internos y residentes que son practicantes que generan ingresos económicos al hospital por servicios prestados a los pacientes, financiados por los seguros de salud.
Son los hospitales o IPS quienes deben pagar a los residentes y financiar la práctica de los residentes de especialidades.
Sin duda es importante definir cuántos especialistas y en qué áreas se requieren pero decir, como lo afirmó una Representante en el Noticiero de anoche, que no hay más especialistas porque los existentes “no lo permiten para mantener su monopolio”, es temerario.
De todos modos, nunca habrá suficientes especialistas para tratar a todos los enfermos de las distintas especialidades. Ni con los 1000 psiquiatras actuales ni con 10.000 es posible tratar el 40% de los colombianos (18 millones) que de acuerdo con la Encuesta
Nacional de Salud Mental tienen, han tenido o tendrán problemas mentales.
Tampoco con 2000 obstetras, 2000 pediatras, 1000 cardiólogos o nefrólogos y 1000 endocrinólogos es factible que sea un especialista quien maneje todos los partos, niños, hipertensos o diabéticos.
En nuestra opinión de clínico general (internista) con cerca de 50 años de experiencia en la práctica, investigación y docencia, lo que se requiere son médicos generales o de atención primaria o medicina familiar, capaces de atender 90% de los problemas de salud.
Un médico general bien preparado debe manejar el espectro de condiciones o enfermedades mencionadas y no llenar formatos de solicitud de citas con el especialista al primer asomo de patología.
De ese modo, como se hace en países donde el médico general es la base del sistema (ejemplo el General Practitioner del Reino Unido), el especialista (usualmente ubicado en un hospital) solamente es requerido para tratar los casos complejos o estrictamente especializados.
El país, el Gobierno y el Estado en general tienen hoy un mandato: la atención primaria que no se hace a base de especialistas sino de médicos generales con un equipo de atención primaria (por ejemplo, enfermeras, psicólogos, fisioterapeutas, nutricionistas etc).
Se ha dicho y repetido hasta la saciedad que tenemos muchas “facultades de medicina de mala calidad” (citadas peyorativamente como de “garaje”), que producen médicos mal preparados. Lo dicen otros…
Sin embargo, el principal problema es que esos médicos (de “estirpe”, buenos, regulares o malos) salen a ejercer en sitios (inclusive hospitales llamados universitarios) donde hay una carencia total de medios de educación médica continuada, lo cual los lleva a convertirse forzosamente en empíricos.
El sistema de salud (Gobierno, EPS e IPS) tiene la obligación de educar de manera continua y los profesionales el deber de estudiar pero hasta ahora nadie de alto nivel se ha preocupado por el tema y menos aun en relación al personal de atención primaria, el más necesitado.
Lo único que se ha hecho es despilfarrar en unas pocas guías de manejo clínico basadas “en (presunta) evidencia” que no solo cuestan millonadas sino que están limitadas a unas pocas entidades o condiciones.
Se necesita de manera urgente una educación médica continuada integral, incluyente y de amplio espectro (información actualizada permanente y educación estructurada sobre temas presentados de manera moderna).
Utilizando las nuevas tecnologías de la comunicación y los métodos modernos de educación del adulto, es factible crear bibliotecas virtuales accesibles y asequibles. Y lo afirmamos con la voz de la experiencia a nivel nacional total.
Sin embargo, primero hay que definir las prioridades que comienzan por el profesional de atención primaria.
¿Qué es una urgencia médica?
Por definición es cualquier condición de salud que requiera de atención médica en el lugar más próximo y con la disponibilidad adecuada para tratar el problema por el que el paciente consulta.
¿Hay varios tipos de urgencia médica?
Efectivamente, hay diversos tipos de urgencia médica. No todo lo que el paciente percibe como urgencia es una urgencia. Cifras internacionales estiman que hasta dos tercios de las consultas médicas en servicios de urgencias pudieron ser resueltas en otras instancias.
Si hubiera que clasificar las urgencias médicas podríamos hacerlo usando los colores de la luz de los semáforos:
¿Quién me atenderá?
Un equipo de médicos, altamente calificados, la mayoría con certificación en la especialidad deMedicina de Urgencia en centros extranjeros de emergencia, además de enfermeras y personal de apoyo especializado.
¿Me atenderán según el orden de llegada?
Toda urgencia debe ser atendida y así lo haremos. Evidentemente, el ingreso a los box dependerá de la evaluación de la gravedad de cada paciente que haga la enfermera coordinadora de turno.
¿Qué ocurre si necesito un especialista?
El médico de urgencia tiene capacidad para resolver la mayor parte de la patología por la que consultan los pacientes. Sin embargo, en ocasiones es preciso solicitar la presencia de un especialista. Nuestra condición de centro universitario permite disponer de ella con la consecuente disminución de los tiempos de espera y mejores resultados.
Muy interesante. Felicitaciones
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